El famoso refrán dice que no debemos juzgar un libro por su portada pero eso es exactamente lo que ocurre. Tim Byrne, un diseñador de portadas de libros en Inglaterra, me comentó que en las librerias, las personas en promedio le dedican 7 u 8 segundos a una portada de libro antes de avanzar a la siguiente. Eso significa que como escritora, ese es el tiempo que tengo para que alguien decida comprar mi libro ¡Hasta mi mamá!.
Más aún, la mayoría de las personas ni siquiera verán la portada. La mayoría decidirán si comprar un libro en base al lomo del libro que verán por 2 o 3 segundos en los estantes. El pequeño espacio del lomo de 1 o 2 centímetros de grosor sería todo lo que tendría para vender mi libro.
Por todo esto, el diseño de la portada desde un comienzo fue una prioridad. Aquí te cuento cómo fue el proceso paso a paso hasta llegar a la portada final.
PASO 1: La diseñadora
El primer paso para crear la portada de un libro será definir quien estará a cargo del diseño. En general, la editorial será responsable del diseño y el autor o autora sólo dará su retroalimentación. Mi caso fue distinto. La editorial con la que voy a publicar mi libro, Libros del Amanecer, me permitió estar involucrada en todo el proceso, por lo que pude ser parte de la decisión sobre quién diseñaría la portada.
Desde hace muchos años, soy fan del trabajo de Flo Minowa, una artista japonesa estadounidense a quien conocí en la universidad. Como se refleja en su página web e Instagram, ella tiene una sensibilidad única para reflejar emociones profundas de una manera cariñosa y visualmente hermosa. Por eso le propuse a la editorial que Flo diseñara la portada y accedieron felices.
Elegir quien diseñe la portada de un libro puede basarse en varias razones:
Estilo: cada artista tendrá un estilo único. Tim Byrne, por ejemplo, se ha especializado en diseños que simulan el tallado en madera.
Flo Minowa crea diseños más asociados a la fantasía histórica. Cada artista le dará a su diseño un toque personal.
Presupuesto: cada artista cobra honorarios según su ubicación geográfica y experiencia, por lo que este es un factor muy importante. Los valores pueden varias desde $40.000 hasta más de 1 millón de pesos chilenos.
Equipo editorial: si la editorial ya cuenta con un equipo de diseñó o tienen artistas recurrentes, probablemente se le asignará el diseño a una de estas personas.
Yo quise trabajar con Flo porque su estilo esta más asociado a los libros de ficción, como una novela. Por el contrario, mi libro reune historias reales del género no-ficción. Por eso, me pareció interesante que mi libro tuviera una portada que combinara ambas tradiciones, ficción y no-ficción, para reflejar el hecho que las experiences reales de violencia de género a veces superan la ficción. Parecen ser historias inventadas como para un guión dramático de cine pero no lo son. Es la realidad del problema de la violencia de género.
Como referente inicial, me fijé en una de las portadas que Flo diseñó para el libro “All About Girls” del escritor brasilero Jean Marcus.
“Algo así”, pensé. Un diseño como ese quedaría perfecto para ¡Hasta mi mamá!. Y si se fijan, el resultado final algo de similar tiene.
PASO 2: La inspiración
Encapsular un libro en una sola imagen es muy difícil. Si quieres ver qué tan complejo es este reto, haz el siguiente ejercicio. Piensa en un libro que te haya gustado mucho, uno que recuerdes bien. Ahora, piensa en 1 palabra que represente la idea principal del libro, 1 palabra que describe el mundo en el que ocurre y 1 palabra que represente una emoción que encapsula el texto. Por ejemplo, si pensamos en Harry Potter, esas palabras podrían ser Amistad, Magia y Aventura. Ahora, piensa en una idea de diseño que comunique esas palabras… ¡pero alto! Recuerda que la portada tiene que ser comercialmente atractiva, con un estilo contemporaneo y tan captivante que alguien decida en 7 u 8 segundos comprar el libro. ¿Se te ocurre algun buen diseño? ¡Es super dificil!
Para iniciar el proceso de diseño, nos reunimos con Flo para conversar sobre el manuscrito y compartir ideas preliminares para la portada. Como guía e inspiración, ella me pidió que le compartiera:
Los mensajes claves del libro, y las emociones e ideas que quería comunicar en la portada.
Portadas de otros libros que podían ser una interesante inspiración, para lo cual le envié Milk Fed de Melissa Broder y A Bright Ray of Darkness de Ethan Hawke.
Canciones que comuniquen emociones o momentos del libro. Le compartí canciones que mencionaron dos las mujeres que participaron en el libro durante sus entrevistas: Corazones Rojos de Los Prisioneros, y Quememos el Reino, de Camila Moreno
Libros que abordaran temas similares, como Voces de Mujer de Andrea Lagos.
En esta reunión también definimos las específicaciones técnicas: tamaño de la portada, lomo y solapas, formato de impresión y textos, y plazos. Con todo listo, Flo comenzó a trabajar.
PASO 3: Los conceptos
Durante los días de espera mientras Flo trabajaba en los primeros conceptos, yo estuve super ansiosa. ¡No podía esperar a ver los diseños! Hay algo especial con transformar un libro que nació como una idea a un diseño visual, el cual eventualmente será impreso en un libro físico y tangible.
Luego de algunas semanas de espera, ¡llegaron los primeros diseños!. Flo envió 3 conceptos iniciales como una primera aproximación a la portada del libro.
Concepto 1: es un diseño melancólico e íntimo, que nos situaba en un espacio personal y escondido, invitándonos a conversar pero con recelo.
Concepto 2: este diseño también transmite una invitación a conversar pero, con la persona tras las rejas, nos hace saber que serán temas duros y dolorosos, que deben salir pero nos mantienen aprisionadas.
Concepto 3: nos sitúa como observantes de experiencias personales que podemos acceder y escuchar pero que se sitúan tras la ventana como una barrera.
Como conceptos iniciales, ¡a mi me encantaron! Me pareció que Flo inmediatamente capturó un sentir profundo del libro, combinando intimidad con una invitación a compartir y escuchar.
El principal aspecto que sería necesario ajustar tenía relación con un criterio importante sobre la teoría de género. Si te fijas, cada uno de los diseños esta situado en un espacio que parece ser un hogar. El concepto 1 nos ubica en una cocina, el concepto 2 parece ser en un living y el concepto 3 quizás un comedor. Esto, de manera indirecta, ubicaba la violencia de género exclusivamente en el espacio doméstico, siendo que desde los feminismos se ha mostrado que esta violencia ocurre en todos los espacios de la vida. Así lo estableció Julieta Kirkwood, una reconocida investigadora chilena, cuando dijo el fámoso dicho feminista “Democracia en la calle, en la casa y en la cama”. Así también lo demuestran las 20 mujeres que participaron en ¡Hasta mi mamá!, cuyas experiencias ocurren en el trabajo, en la calle, en la escuela, en la política y en la casa.
Por eso, con Flo nos propusimos encontrar un diseño que sacara la violencia de género del espacio doméstico y lo situara de manera más amplia, expresando así la magnitud del problema. Así es como surgió el Concepto 4. Este nos posiciona en un hogar pero nos lleva mucho más allá, mirando la sociedad de manera general, con la violencia de género intersectando con religión, política, marketing, educación y más. Sin embargo, un gran inconveniente de este diseño era decidir qué detalles incluir y cuáles dejar fuera. Por ejemplo, en el televisor en la derecha aparece un noticiario sobre aborto. ¿por qué aborto? ¿por qué no femicidios, representación política desigual o la brecha salarial? Sería un debate eterno definir cada uno de los detalles, en un esfuerzo sin sentido y dañino por jerarquizar prioridades de las demandas feministas.
Pero si miras en detalle los conceptos, verás que el diseño final de la portada incorpora elementos de cada uno. Del concepto 1 y 4, incorpora la silueta como foco; del concepto 2, los ángulos rectos y diseños geométricos; y del concepto 3, las figuras de mujeres en la contraportada. Así que de a poco, nos íbamos acercando al diseño final.
PASO 4: La versión final
Algunas semanas después de esos conceptos preliminares, llegó el borrador del concepto que llegaría a ser la portada final. Este diseño se centra en el concepto de la puerta abierta, aquella que invita y libera pero que a la vez es sólida y opresiva. Aquí, la silueta de la mujer irrumpe empoderada pero a la vez resguardada, desde quien emana el color amarillo como símbolo de fuerza y poder. En la solapa de la derecha, donde el libro “comienza”, vemos oprimidos los nombres de las mujeres que participaron en el libro, casi escondidos pero en la solapa de la izquierda donde el libro “termina”, los nombres se encuentra libres, guiando los pasos de la figura de un hombre que contempla hacia adelante.
El momento que vimos este diseño, supimos con la editorial que habíamos encontrado la portada de ¡Hasta mi mamá!. El nivel de cuidado y detalle que Flo dió a cada aspecto nos sorprendió, encontrando un diseño hermoso, captivante y complejo. Un elemento importante de este diseño es el atractivo del lomo. Los colores amarillo, naranjo y azul generan un interesante contraste que podría atraer la vista en un estante de libros.
Una vez con el diseño definido, vino el metículoso trabajo de revisar todos los detalles. Algunos de estos fueron,
Colores: ajustamos los colores para que fueran más atractivos y con mayor contraste. Pasamos de una paleta centrada en el verde a una centrada en el azul.
Minimalismo: eliminamos algunos elementos para que el diseño quedara un poco más simple. Por ejemplo, en la solapa de la izquierda sacamos el logo de la editorial y en la portada, eliminamos las rayas alrededor del subtítulo y el “Por”.
Balance: modificamos los tamaños de las letras de la portada para lograr un balance que mantuviera el foco en el título del libro.
Lomo: según la tradición editorial en el mundo hispano-hablante, el texto del lomo debe estar orientado hacia la portada, por lo que dimos vuelta las palabras. En Europa y Estados Unidos, el texto del lomo se escribe hacia la contraportada, como lo había diseñado Flo inicialmente. Este detalle histórico es el que más me sorprendió de todo el proceso.
Luego de decenas de pequeños ajustes como estos, estaba lista la portada final de ¡Hasta mi mamá!. Ahora, solo queda esperar que quienes se detengan en una librería a examinar la portada por 7 u 8 segundos o vean el lomo de pasada, decidan comprar su copia del libro. ¡Deditos cruzados!
Mi libro ¡Hasta mi mamá! sale a la venta en noviembre de este año. Si quieres enterarte de los anuncios y eventos que realizaré como parte del lanzamiento, sígueme en Instagram y suscríbete al Newsletter.
Que entretenido conocer este proceso... que importante descripción de todo, ahora todo me hace sentido.
Que estupenda decisión de cada detalle.
Pareciera que el tema de la portada es tan importante como TODO el libro. Claro que nunca dijiste, y tal vez nunca, sepamos lo que cobró FLO. Lo único claro que quedó un exterior a muy buen nivel