Aborto. Basta con decir esa palabra y el ambiente de cualquier conversación cambia. Es un tema muy complejo y polarizante, que contiene posturas que abordan el espectro emocional, político y legislativo. Para mí también ha sido un tema que me ha llevado tiempo entender y poder definir mi postura. Tal como comparto en ¡Hasta mi mamá!, una de las maneras que me ha servido para aprender, ha sido escuchar las experiencias y perspectivas de otras personas. Por eso, para aprender sobre el aborto, leí el libro Mi Testimonio: Aborto, estado e hipocresía de Karen Espíndola.
En este breve y profundo testimonio, Karen Espíndola narra el desgarrador proceso de descubrir que su bebé, al cual esperaba con ansías y desbordante amor, nacería con una malformación severa que le causaría la muerte poco después del parto. Dado que en ese momento aún no se había aprobado la Ley 21030, conocida como la ley de aborto en tres causales, y a pesar de sus súplicas al Estado para que le permitieran realizarse un aborto por inviabilidad fetal, Karen tuvo que pasar por el tortuoso proceso de gestar a su bebé hasta el término del embarazo. Su hijo, Osvaldo, alcanzó a vivir dos años, en los cuales Karen luchó contra el rechazo de sus licencias médicas, las abrumantes deudas, la depresión por ver a su bebe fallecer, así como no recibir apoyo estatal o legislativo adecuado.
¡Nadie en este mundo ha querido más a mi hijo que yo! ¡He sido y soy la que dejé de vivir por él, y hubiera dado mi vida por su bienestar si hubiese existido esa posibilidad! Yo no quise que viviera de ese modo, pero me obligaron a sufrir esta traumática experiencia.
El testimonio de Karen ha sido el libro más influyente en materia de género que he leído. Textos como Feminismos para principiantes de Nuria Varela o El Calibán y la Bruja de Silvia Federici me han dado una nueva perspectiva de la historia y de la teoría de género, lo cual valoro inmensamente. Pero en Mi Testimonio encontré una mirada íntima a la realidad, complejidad y profundo dolor que rodea la negación del derecho a abortar.
Fue precisamente el libro de Karen el que me hizo pensar en escribir un libro sobre testimonios de violencia de género. ¡Hasta mi mamá! reúne las experiencias de veinte mujeres, una de las cuales cuenta su experiencia de haber pasado por un aborto clandestino:
Entonces empezó el dolor más profundo que he sentido en la vida. Me retorcía de dolor, tuve vómitos y sentí contracciones muy fuertes. Mis amigas me miraban sin saber qué hacer. Fue cuando me sentí más violentada. Quería que me llevaran al médico. Ya no me importaba nada, pero luego pensaba «¿y si se enteran?». Mis amigas y mi pololo estaban involucrados en un delito y mi temor era que les pasara algo a ellos. Es fuerte. En ese momento de tanto dolor no puedes acudir al sistema de salud para pedir ayuda. Ese espacio, que en otra ocasión te protege, ahora se convierte en el espacio más peligroso.
Para preservar la anonimidad de todas las personas que participaron en mi libro, elegimos seudónimos para sus relatos. Cuando conversamos con la mujer que compartió su experiencia de aborto, hubo solo un nombre que nos parecía apropiado: Karen.
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